¿Qué son las fobias? Una fobia es un trastorno de ansiedad que se caracteriza por un miedo intenso y desproporcionado ante objetos, animales o situaciones concretas que representan poco o ningún peligro real.
Pero una fobia es más que un simple miedo. El trastorno existe como tal cuando el temor se hace tan extremo que la persona realiza cambios en su vida para evitar la fuente de su ansiedad, es decir, su vida está condicionada por la fobia.
La reacción ante una fobia
¿En qué se diferencia del miedo?
Las fobias pueden ser confundidas con miedo o, si se trata de fobias sociales, con timidez. Sin embargo, algunas de sus características diferenciadoras son:
- La percepción de peligro está sobredimensionada.
- La intensidad del miedo es injustificada.
- Reduce nuestra calidad de vida y nivel de disfrute.
- Incluso los pensamientos anticipatorios relacionados con estar en contacto con ese objeto o situación producen esa sensación de miedo.
Una de sus características es que surge de modo instantáneo frente a la situación desencadenante y hace sentir a quien la padece:
- A nivel fisiológico: Taquicardia, temblores, falta de aire, sequedad en la boca, enrojecimiento, palidez, malestar estomacal, diarrea.
- Conducta de escape: Deseos de huir o evitar la situación.
- En el sistema motor: Voz temblorosa, muecas faciales, rigidez.
- Anticipación de las consecuencias: Balance negativo de la relación entre el objeto de la fobia y las propias capacidades.
Experimentar este tipo de sensaciones y emociones “no gratas” hace que intentemos por todos los medios que no se vuelvan a repetir, es decir, se desarrolla un mecanismo de evitación.
Existen dos grandes grupos de fobias, las sociales y las específicas.
Tipos de fobias
Fobias específicas
Es un trastorno relativamente común que produce ansiedad extrema o pánico en la persona cuando está expuesta al objeto de su miedo.
Algunas de las fobias más comunes son:
- Espacios cerrados / abiertos / con muchas personas.
- Procedimientos médicos como inyecciones.
- Determinados animales como roedores, perros, insectos o serpientes.
Este tipo de fobias específicas es poco probable que afecten a la vida diaria porque suelen ser más sencillas de evitar, no ocurre lo mismo con otro tipo de fobias, como las sociales.
Las fobias sociales
Aunque somos seres sociales, en frecuente sentir cierto nerviosismo o inseguridad cuando nos enfrentamos a nuevas situaciones, nos presentan a alguien, etc, sin embargo, una vez pasados los primeros minutos lo habitual es que llegue la calma y se genere un ambiente positivo.
Según un estudio publicado en la revista de la Asociación Médica Americana (AMA), alrededor del 7,2% de la población general se le podría diagnosticar fobia social, pero sólo en el 2,6% de los casos este trastorno interfiere en la vida cotidiana.
En las personas con fobia social el grado de malestar es desproporcionadamente elevado y se suele asociar a señales físicas como sudor, temblores en la voz, rubor, etc. esto hace que una situación que podría ser agradable se convierta en un martirio, por lo se pasaría a evitar este tipo de situaciones en el futuro.
Como decíamos antes, somos seres sociales, y por ello, tenemos el deseo intrínseco de formar parte de un grupo social y ser aceptados y valorados, cuando esto no ocurre se puede ver afectada nuestra autoestima (percepción emocional de lo que somos).
Algunas manifestaciones de fobia social pueden ser:
- Malestar por la posibilidad de ser el centro de atención dentro de un grupo.
- Temor a ser observados.
- Miedo a hablar en público o frente a un grupo de amigos o familiares. Miedo a quedarnos “en blanco”.
- Percepción de que las miradas ajenas nos enjuician, critican y desvalorizan.
La fobia social suele ser confundida con la timidez, su versión atenuada y produce graves limitaciones en la evolución de una persona a nivel familiar, social y profesional.
¿Qué puedo hacer para resolverlo?
La vida de una persona con una fobia está dominada por los mecanismos de evitación que tiende que desarrollar para no exponerse a las situaciones que le producen ansiedad. Aún siendo consciente de que la causa no representa un verdadero peligro, no puede controlar sus temores, disminuyendo drásticamente su nivel de vida y perdiendo oportunidades en diferentes ámbitos, por ello, es importante que estos trastornos sean tratados.
Como idea general, es mejor enfrentar el miedo que evitar la causa de nuestra fobia.
Existen diferentes tipos de psicoterapias que han demostrado gran eficacia en el tratamiento de las fobias, uno de ellos es la Terapia Cognitivo Conductual, que tiene un componente cognitivo (identificar, verificar y modificar creencias erróneas que provocan la aparición de la ansiedad y temor) y por otro lado, la exposición gradual y controlada.
Como resumen, cuando sientes que este trastorno se adueña de tu vida o te limita, es el momento de acudir a un profesional especializado, él sabrá orientarte sobre el tratamiento más adecuado para tu caso concreto.
¿Qué son las fobias?